Foto: RSO, X
«Mi sueño no era ser futbolista, mi sueño era jugar en la Real»
Como si de un filosofo se tratase, Xabi Prieto no necesitó más que esta frase para dejar claro su amor por la Real Sociedad. Y es que el gran capitán, el icono realista y uno de los mejores lanzadores de penaltis, no ocultaba su pasión por su equipo.
Xabi Prieto fue uno de los mejores jugadores de la Real Sociedad durante su estancia de más de 15 años como ‘txuriurdin’. Prieto jugó en Primera División, en la Champions League, en Segunda División… la Real pasó por un periodo bastante irregular en aquella época de entre 2003 y 2018, pero Prieto nunca abandonó a su equipo.
Inicios
Xabi Prieto llegó pronto a Zubieta, cantera de la Real Sociedad. Disputó partidos en las inferiores de la Real desde que era juvenil, con 16 años cuando lo ficharon tras ojearlo. En esa época no parecía destacar mucho, pues el club donostiarra lo envió cedido a un club mucho más modesto, como lo es el Hernani.
Aun que cuando volvió, todo pareció ser distinto para el donostiarra de nacimiento. Xabi subió con el filial, la Real Sociedad «B», donde estuvo jugando dos temporadas entre 2000 y 2001, ya terminando su etapa de juvenil. En esa estancia disputó 43 encuentros donde marcó 8 goles, lo cual le bastó para poder ascender de manera bastante prematura al primer equipo.
Debut de Xabi Prieto con la Real Sociedad
8 de septiembre de 2003, Oviedo, Asturias
«En la alineación inicial de la Real Sociedad encontramos un nuevo nombre. Xabier Prieto, que debuta hoy con la Real tras subir por el filial. Gran apuesta de Denoueix que en esta Copa del Rey se atreve a hacer rotaciones, dejando a Karpin en el banquillo.»
Así es, Xabi Prieto debutaba saliendo como titular, y no desde el banquillo como en la mayoría de casos. No solo eso, el donostiarra jugó todos los minutos y algo tuvo que hacer bien para que su equipo ganase por 1-2. El entrenador de aquel entonces, Denoueix, buscaba un recambio para ir dando descanso a un veterano Karpin de 33 años, que ya iba pensando en su retiro. En su búsqueda de un banda derecho, se encontró con un joven que la pisaba muy bien, y que tenia una precisión exquisita.
Así se toparon el francés y el donostiarra, y es más, al entrenador le gustó tanto su nuevo futbolista, que lo siguió alineando aquella campaña. Concretamente, Prieto jugó 13 partidos, en los que marcó dos goles al Madrid en el Bernabéu, con tan solo 19 años. De hecho no fueron goles cualquieras, puesto que uno fue un fusilazo desde lejos y para el otro, simple y coloquialmente, hay que tenerlos bien puestos. Xabi Prieto lanzó un penalti a lo «panenka» a César, portero consagrado en LaLiga.
Trayectoria
Xabi Prieto fue mejorando progresivamente en cada temporada, jugando cada vez mejor, con mas precisión tanto en pases como en tiros. Sin embargo, su mejor momento no llegó hasta los 30 años, jugando en las temporadas 15-16 y 16-17 más de 40 partidos. También tiene momentos para recordar, que le han marcado en su carrera y que de seguro Xabi Prieto agradece haber pasado por muy duros que hayan sido.
Hasta la temporada 2007 todo había transcurrido de manera normal en la Real Sociedad, llegando incluso a disputar la Champions. No obstante, los problemas legales, económicos e institucionales acabaron condenando a la Real. Los donostiarras descendieron a segunda división, teniendo que militar hasta 3 años en la categoría de plata. Una vez más, el capitán fue un ejemplo, no bajándose del barco y estando con su equipo en las buenas y en las malas, ya que su sueño era jugar en la Real.
Igualmente, después de la tormenta viene el arcoíris, y la Real ascendió en 2010 a Primera División otra vez, gracias en gran parte a Xabi Prieto. Con ese ascenso llegaron tiempos dorados para la Real y para Xabi Prieto. Los vascos volvían a posiciones altas, quedándose en el cuarto puesto en el año 2013. También fue clave en la despedida de San Mamés, estando presente en el ultimo derbi que acogería el viejo estadio ganado 1-3 por los ‘txuriurdin’. Un sinfín de eventos vivió nuestro protagonista en los más de 530 partidos que disputó, marcando más de 82 goles.
Un único penalti fallado
Xabi Prieto era un ‘crack’ lanzando penaltis. No hace falta más razonamiento que mostrar su porcentaje de acierto. De los más de 20 penaltis lanzados por el centrocampista en Primera División, solo uno ha fallado. En concreto, Dani Aranzubia es el único portero que puede presumir de haberle parado un penalti a Xabi Prieto. Por casualidades de la vida, el fallo fue en pleno derbi vasco de primer nivel, en la temporada 2007-2008 y en San Mamés.
Retiro de Xabi Prieto en la Real Sociedad
Lamentablemente, por una lesión que sufrió en la temporada 17-18, el icono realista no pudo despedirse sobre el césped. Eusebio había conseguido quitarle de la cabeza la idea de retirarse la pasada campaña, pero ese resultó ser un infortunio error. Con 92 jornadas seguidas jugando y disfrutando, Xabi Prieto quería seguir sumando y batir un récord, pero una lesión se lo impidió.
Tras marcarle un penalti al Levante en Anoeta, el donostiarra duró poco tiempo más en el césped, teniendo que ser sustituido por lesión. Por ello, tuvo que despedirse de su afición sin botas y equipación, vestido de traje y corbata. Fue un momento difícil para los realistas, que veían como su capitán por mas de 13 años se despedía entre lagrimas tanto de afición como de club. Un momento emotivo que tarde o temprano llegaría. Xabi Prieto colgaba las botas a los 34 años de edad, el 18 de abril de 2018.
Resumen y conclusión
En definitiva, Xabi Prieto era un genio del balón. Confiado, preciso y con una calidad de la que pocos disponían, Un jugador que podía no destacar demasiado, pero que cuando estaba todo funcionaba a la perfección. Nunca se supo si jugaría para el equipo de su vida, si cumpliría su sueño, pero afortunadamente, la vida nos dejó ver jugar a este crack.
En ‘El fútbol del norte’ nos gustan estos jugadores calmados, precisos, que solo aparecen cuando les toca y no roban protagonismo. Prolífico, acertado, líder… Xabi Prieto cumple las características necesarias de crack, no se pasa para ser más querido. Un jugador que ha dejado un legado difícil de igualar, un icono reciente difícil de olvidar, un futbolista que gustaba ver.
